Los bolardos del futuro no vuelan y son sostenibles

Fabricadosa partir de caucho reciclado, las ciudades apuestan por la sostenibilidad y laseguridad vial, impulsando proyectos de economía circular que transforman elmobiliario urbano desde sus cimientos

En "Back to the Future2" se planteaba un futuro donde los separadores viales flotaban en el aire mientras los coches volaban sobre una autopista aérea, pero puede que Zemeckis mostrara en este mítico filme más bien una utopía futurista ochentera que la realidad, porque el presente plantea un futuro quizás más discreto, pero no menos impresionante: separadores sostenibles, fabricados con caucho reciclado, que transforman la gestión de residuos y promueven la sostenibilidad de la mano de Neusus Urban.

En lugar de volar, estos separadores están firmemente arraigados a la tierra, recordándonos que el verdadero cambio comienza desde abajo y en sintonía con la tierra. Fabricados con caucho reciclado proveniente de NFU, estos innovadores dispositivos no solo guían el tráfico, sino que también reducen la huella de carbono haciendo del urbanismo una tarea más respetuosa con el medio ambiente.

El caucho reciclado es mucho más que una opción ecológica; destaca también por su durabilidad y capacidad de absorción de impactos, lo que lo convierte en el material preferido para entornos de alto desgaste, como parques infantiles y pistas deportivas. Además, su aplicación en la pavimentación de calles y polideportivos ha demostrado ser eficaz en la reducción del ruido, convirtiéndolo en un material útil para el confort urbano. La durabilidad del caucho, incluso en condiciones climáticas adversas, lo sitúa como una alternativa resistente y sostenible, capaz de afrontar los desafíos del entorno urbano.

Un ejemplo que refleja fiel mente esta realidad es la nueva corriente de mobiliario urbano sostenible de bolardos sostenibles. Estas estructuras que se trata de un poste vertical firme que se coloca estratégicamente en calles, parkings o almacenes impidiendo el paso de vehículos hacia alguna dirección. El cometido principal de estos elementos es actuar como barrera protectora para asegurar que las personas o instalaciones no sufran daños en caso de un impacto. El caucho reciclado ofrece una protección adicional en términos de seguridad vial, ya que, en caso de colisión, el impacto sobre los vehículos y sus ocupantes es significativamente menor que con bolardos de materiales más rígidos, como el acero. Las propiedades elásticas del caucho disminuyen la fuerza del impacto, reduciendo hasta cuatro veces el daño potencial. Así, se minimizan también las posibles lesiones a peatones, ciclistas y motoristas, así como los daños a los vehículos, especialmente en situaciones de rozaduras o colisiones leves. En términos prácticos, estos bolardos sostenibles contribuyen a disminuir el riesgo de ralladuras en los coches y minimizan el daño en los parachoques, todo ello mientras facilita una mayor integración de los principios de sostenibilidad en las ciudades.

El uso de NFU como materia prima para la fabricación de estos bolardos no solo añade valor ambiental, sino que resulta económicamente viable. Al optar por materiales reciclados, el coste de fabricación disminuye, facilitando la implementación de estas soluciones en una mayor variedad de entornos urbanos. Este tipo de productos permiten avanzar hacia ciudades más sostenibles y comprometidas con la economía circular, donde el reciclaje de materiales y la reducción de residuos ocupan un lugar central.

Mientras seguimos imaginando futuros futuristas de la mano de Hollywood, en la realidad podemos decir que el verdadero cambio ya está en marcha, bajo nuestros pies y en las calles de nuestras ciudades. Con soluciones como los bolardos de caucho reciclado, el futuro no solo es posible, sino que está cada vez más presente en nuestro día adía, ayudándonos a construir un entorno urbano más seguro, duradero y sostenible.